Vivimos en una sociedad que tiene reglas escritas y no escritas. Estas reglas definen la cultura de cualquier sociedad en particular. Diferentes teorías, como la teoría moderna del contrato social, tratan de explicar cómo surgieron estas normas y leyes culturales. La teoría del contrato social tiene una obligación moral o política que depende de cómo la gente está de acuerdo en formar una sociedad. Debido a la continua búsqueda de poder, se produjo un estado de miedo y violencia debido a la guerra, ya que la gente trató de asegurarse de que nadie les impidiera lograr sus deseos (Chung 2019). Por lo tanto, el estado de naturaleza exigía la aplicación de algunas leyes donde las personas firmaban el Contrato Social para formar un estado soberano a través de la formación de una autoridad para ayudar a los seres humanos a lograr sus deseos de manera más eficiente. Sin embargo, en algunos casos, la ley puede actuar como medio para oprimir a ciertos individuos o grupos de personas y ser injusta. Sin embargo, creo que incluso en ese caso, la ley representa los principios de la teoría del contrato social.
La ley actúa como un espejo de la sociedad que funciona para mantener el orden social. Esta es una de las nociones que prevalecen en la discusión del papel de la ley en la sociedad. Esta afirmación es apoyada por las otras dos tesis. En primer lugar, la ley está conectada al contexto de un campo social en el que existe o sobre el que se impone. Los acuerdos sociales y las obligaciones vinculantes que existen en la sociedad actúan como origen o razón para la creación y desarrollo de sistemas legales (Perry et al., 2016). El clima social implica el entorno intelectual, social, económico y político de un momento determinado (Hoffman et al., 2018). Por lo tanto, las leyes actúan como una respuesta a este entorno, reflejando las tendencias y los procesos que ocurren dentro de la sociedad.
En segundo lugar, el sistema legal se crea por necesidad para la regulación de comportamientos y relaciones entre individuos o grupos de individuos. Crea un orden de procedimientos y conexiones entre las causas y los efectos de las acciones, lo que puede causar disputas. Esas dos declaraciones están conectadas entre sí, por lo tanto, crean un sistema donde la ley y la sociedad se completan entre sí. Como tal, una política o legislación exitosa es aquella que logra resolver efectivamente los problemas existentes al encajar en el entorno social preexistente y satisfacer sus necesidades. Al mismo tiempo, una ley es un producto de esas normas, costumbres y arreglos sociales. Por lo tanto, la ley y la sociedad se complementan entre sí.