Leyes de negocios de la Quinta Disciplina
Cualquier organización se asemeja a un organismo vivo que requiere varias partes para funcionar bien individualmente y en concierto. Las once leyes de Senge descritas en el capítulo “Las leyes de la quinta disciplina” de su libro pueden ayudar a comprender los matices de las relaciones en una institución. Cuando hice mi pasantía de verano en una startup de biotecnología en Cleveland, pude relacionar los once puntos de este capítulo con mi experiencia con esa compañía. Las dos leyes en las que me concentraré en este ensayo son la primera y la última. La primera afirma que la situación actual siempre resulta de decisiones anteriores. Este último destaca la importancia de eliminar la mentalidad de culpar a los demás por los problemas de uno, pero en su lugar lo alienta a asumir la responsabilidad y beneficiarse de cualquier circunstancia. El éxito del trabajo depende del desempeño previo y de la capacidad de aceptar cualquier evento externo; por lo tanto, se necesitan acciones planificadas y disciplinadas para evitar el impacto adverso de estas leyes en la organización.
La primera ley en este capítulo puede sonar cliché porque muchas personas saben que sus acciones actuales o pasadas influirán en el futuro. Sin embargo, a pesar de ser lugares comunes, se puede observar en cualquier organización. Podía experimentarlo diariamente durante mi pasantía de verano en esa firma de biotecnología. Por ejemplo, si no revisaba la literatura a tiempo, se acumulaba, lo que me obligaba a pasar mis fines de semana leyendo todos los artículos. Además, si el equipo con el que trabajé no limpiaba el laboratorio a tiempo, el desorden y la suciedad se acumularían, por lo que nuestros experimentos sufrieron contaminación.
Dado que espero trabajar con esta empresa nuevamente después de la graduación, consideré tres formas posibles de evitar que esta ley impacte en esta organización. En primer lugar, dado que casi todos los empleados deberían tener conocimientos actualizados sobre las nuevas tendencias en la industria, crearía un día por semana cuando los trabajadores tengan la oportunidad de leer y estudiar. En segundo lugar, recomiendo contratar a varios técnicos que serán los únicos responsables de limpiar los laboratorios y preparar los materiales. En tercer lugar, es esencial explicar a los líderes del grupo que el monitoreo de la finalización de las tareas es vital porque mover los problemas no resueltos de un equipo a otro es ineficiente.
La última ley en el capítulo establece que nadie debe culpar a otros por sus fracasos. Aunque este punto fue menos prominente durante mi pasantía, pude observar casos en que las personas no pudieron tener éxito porque continuaron cometiendo el mismo error y condenaron a las fuerzas externas por el resultado negativo. En concreto, dos empleados de alto nivel, que eran inteligentes y experimentados, no podían completar y publicar sus artículos en la revista científica. Afirmaron que se debía a una mayor carga de trabajo y la presión de los líderes. Aunque puedan tener argumentos legítimos, aún podrían asumir la responsabilidad y superar ese obstáculo.
Para evitar que esta ley influya en la empresa en el futuro, sugeriría tres acciones. En primer lugar, se deben introducir sesiones de capacitación de liderazgo para todos los trabajadores para implantar la nueva mentalidad de tomar el poder sobre cualquier situación (Senge, 2006). En segundo lugar, los empleados deberán leer libros específicos y ver películas de motivación para mantener este espíritu de propiedad de su destino. Por último, los líderes de la empresa deben dar un ejemplo personal de no culpar a las circunstancias, sino aprender a aprovecharse de ellas.
En resumen, la organización es un organismo gigante que existe debido a diferentes fuerzas, positivas y negativas, que se influyen mutuamente. Once leyes descritas en el libro de texto de Senge describen con precisión las situaciones que ocurren con frecuencia en las empresas. Los dos puntos de este capítulo en los que me centré fueron, primero y último, la dependencia de los resultados presentes de las decisiones pasadas y la responsabilidad en lugar de culpar, respectivamente. En general, las situaciones específicas que pude observar me ayudaron a sugerir acciones que se pueden tomar para evitar que estas leyes influyan en esta organización.