Dilema del prisionero: Confesiones falsas voluntarias
Introducción
Las confesiones falsas voluntarias provienen de un sospechoso en lugar de ser forzadas durante el interrogatorio. El deseo de proteger al delincuente real es uno de los motivos más frecuentes para hacer este tipo de confesión falsa (por ejemplo, un miembro de la familia). Sin embargo, las confesiones falsas pueden darse voluntariamente por varias razones, incluido el deseo de fama, la incapacidad de distinguir entre realidad y ficción, o la necesidad de expiar la culpa relacionada con fechorías reales o imaginarias.
Discusión
Aunque las confesiones falsas pueden conducir a convicciones erróneas, puede ser difícil comprender la prevalencia de confesiones falsas y sus razones subyacentes. Por ejemplo, en contraste con las expectativas, creo que los participantes inocentes eran más propensos a admitir que mentían cuando un entrevistador amable los interrogaba en lugar de uno estricto y cuando el entrevistador empleaba enfoques no coercitivos.
Las confesiones falsas que cumplen con la coacción, a diferencia de las confesiones falsas hechas voluntariamente, ocurren debido a técnicas de interrogatorio coercitivas. Se pueden hacer confesiones falsas de este tipo para salir de una posición incómoda, para evitar una amenaza explícita o implícita, o para recibir una recompensa que se ha prometido o inferido (Vick et al., 2021). Este tipo de confesión falsa, caracterizada por una admisión de culpabilidad pero una conciencia personal de inocencia, generalmente se invierte cuando se eliminan las presiones situacionales inmediatas. En este caso, los beneficios inmediatos percibidos de admitir (como una reducción proyectada en una multa o dejarse volver a casa) exceden los costos anticipados a largo plazo de confesar (encarcelamiento).
Conclusión
En conclusión, las confesiones falsas dadas voluntariamente rara vez son revocadas, a pesar de que generalmente se ven con escepticismo y son menos confiables que las hechas. Al mismo tiempo, la persona que confesaba estaba siendo coaccionada o amenazada por la policía. Debido a esto, se considera inmoral confesar un crimen que uno no fue responsable de cometer.