Sistemas judiciales en los Estados Unidos y el Reino Unido
Un sistema judicial contencioso tiene como objetivo presentar puntos de vista contradictorios a un árbitro imparcial que decide qué lado tiene razón. El sistema judicial contradictorio protege los derechos de los ciudadanos: la autonomía personal, la asistencia de un abogado, la igualdad de protección de la ley y el derecho a probar la culpabilidad (Guarnieri & Pederzoli, 2020). Los sistemas judiciales en los Estados Unidos y el Reino Unido son bastante similares: los delitos penales menores y las disputas civiles menores son tratados por los tribunales de magistrados especiales encargados de resolver tales disputas. Para algunas disputas, los Estados Unidos no tienen un sistema judicial presente en el Reino Unido; sin embargo, hay tribunales especializados para ciertos casos. Las partes también pueden acordar un arbitraje o mediación vinculante para la resolución alternativa de disputas en ciertos casos en los Estados Unidos.
Las ventajas del sistema judicial estadounidense incluyen la consistencia, la respuesta correcta a casos imprevistos, la velocidad y la eficiencia, y la independencia política. La desventaja del sistema judicial estadounidense es que muchos sesgos pueden afectar el proceso judicial (Kurlychek & Johnson, 2019). Los tribunales ingleses pueden oír casos bajo cualquier ley; por lo general son el foro preferido para resolver disputas internacionales. Los litigios lentos y los problemas de costos confusos son criticados en el sistema de justicia del Reino Unido.
Una de las principales diferencias entre los sistemas judiciales del Reino Unido y los Estados Unidos es que la justicia de los Estados Unidos no presenta un sistema judicial como lo hace el Reino Unido para ciertos tipos de disputas. El sistema judicial estadounidense con jurisprudencia y cada tipo de tribunal es preferible ya que permite la consideración completa de cada caso. Sin embargo, pueden surgir dudas sobre la existencia de la pena de muerte en algunos estados, lo que es contrario a la noción de humanidad en el siglo XXI (Sarat, 2018). Incluso los procedimientos legales más simples pueden tardar hasta un año. Las razones de la lentitud del litigio son muchas, incluido el período de presentación de una queja, la recepción de una respuesta, una investigación por escrito, una larga recopilación de pruebas y un tribunal ocupado en una región en particular. La ventaja en la cantidad de tiempo entre el alegato y el juicio es la capacidad de reunir todas las posibilidades y prepararse a fondo para el proceso.