La justicia es el estado de derecho: la justicia y los derechos de las personas
El estado de derecho es un tipo de estado democrático, una actividad del poder estatal, en la que se garantiza el estado de derecho. Todas las personas son iguales ante la ley, y el estado de derecho es una de las características principales; hay un proceso de igualdad de todos ante el tribunal, y hay una alta probabilidad de observar los derechos y libertades del individuo. El documento estudia la justicia y los derechos de las personas en el concepto del estado de derecho.
Los problemas del estado de derecho siempre han preocupado a las personas avanzadas. La relevancia del tema elegido se debe a que en el mundo moderno, un fenómeno como la relación entre el estado y el derecho es muy común y necesita desarrollar las recomendaciones necesarias. El valor del tema radica en el hecho de que sin el Estado y la ley, sin estudiar sus funciones, características y correlación, una sociedad desarrollada justa no puede existir.
El Estado y la ley son interdependientes entre sí, pero sin embargo, son más o menos independientes. Con la vasta experiencia científica adquirida en el pasado, los estudios teóricos del estado y la ley siguen siendo relevantes hoy en día, los puntos de vista sobre su significado, formas y patrones de desarrollo son diversos, y el proceso de su conocimiento es interminable. Las discusiones sobre la relación entre el estado y la ley existieron tanto en el pasado distante como hasta el presente.
La solución a la cuestión de la relación entre el estado y la ley depende directamente de cómo un científico en particular resuelva este problema. Un gran número de pensadores correlacionó el estado de derecho y la justicia basada en sus conceptos del estado y la ley. En este sentido, hay una gran cantidad de ideas sobre la interacción entre el estado y la ley. En la ciencia jurídica moderna, la categoría de justicia se explora desde varios puntos de vista: como un fenómeno moral, social y legal. Sin embargo, en la cuestión social, la justicia es la base para el desarrollo de una sociedad exitosa.
En la ley, la palabra «justicia» se asocia con requisitos específicos para la organización de una regulación legal efectiva. La tarea de la ciencia legal es identificar y probar qué normas legales específicas deben expresarse para poder nombrarlas justas (Marzen, 2020). En la literatura legal, se ha señalado repetidamente la importancia de comprender por parte del legislador la idea de justicia, que es una propiedad interna y calidad del derecho (Behrens & Trask, 2020). La cuestión de la justicia o injusticia de la ley es esencialmente una cuestión de la naturaleza legal o no legal de la ley, su cumplimiento o inconsistencia con la ley.
La justicia es un concepto moral que tiene sus raíces en el período pre-estatal y pre-legal en el desarrollo de la sociedad humana. No puede ser mediado por el marco de la cuestión exclusivamente legal. No hay duda de que la justicia es un fenómeno social, pero no es posible buscar sus raíces solo en una cierta estructura jerárquica de la sociedad (May & Winchester, 2018). Al escribir un documento de término, se utilizaron métodos científicos generales, científicos privados y especiales de investigación, incluidos métodos históricos, lógicos, monográficos, de análisis, síntesis y otros.
Las ideas de justicia son el denominador común de valor que permite juzgar la justificación de la existencia de estructuras sociopolíticas dentro de las cuales tiene lugar la vida de cada persona. Sobre la base de la aplicación de esta categoría normativa, la cuestión de si vale la pena aceptar la realidad social circundante tal como se está decidiendo (Wardhaugh, 2021). La regulación de las relaciones sociales es la principal función social del Estado y la ley. Durante muchos años, el problema de identificar un grupo especial de derechos, los derechos humanos sociales, e incluirlo en la Declaración Universal de Derechos Humanos ha sido discutible.
En conclusión, el Estado y la ley frente a la estructura socio-económica y espiritual de la sociedad tienen una sola causa, que es muy prolífica y no puede desaparecer repentinamente, habiendo agotado sus posibilidades. Las necesidades sociales y espirituales, los fundamentos económicos que han sido y están implementando el estado y la ley y que determinan su posterior desarrollo dentro del marco del sistema social actual, son los mismos.
En numerosos actos jurídicos internacionales de diferentes niveles, se lleva a cabo la idea de la obligación legal de los derechos civiles y políticos, así como los derechos socioeconómicos, su interconexión e inseparabilidad. En primer lugar, se trata del hecho de que los derechos, libertades y obligaciones reconocidos y garantizados por el Estado en el orden legislativo no deben oponerse o interpretarse en detrimento de otros. Esto se debe al hecho de que en su totalidad forman el estatus legal de una persona.
En el marco del sistema político y jurídico, el Estado y el derecho actúan como elementos constitutivos, la relación entre los cuales y sus actividades determinan en gran medida la esencia y las principales tendencias en el desarrollo de este sistema. El Estado y la ley en sí mismos tienen mucha menos independencia que su combinación en un todo único. El Estado utiliza la ley como un medio de gestión de los procesos sociales, pero en la medida en que la ley misma lo permite.
A pesar de esto, el problema de la relación entre el Estado y la ley ha sido y será enfrentado por la sociedad en cualquier momento. Las relaciones sociales sufren cambios a lo largo del tiempo, y la forma y el contenido -estas características obligatorias de la ley- deben cambiar. En el proceso de creación de nuevas leyes, siempre hay errores, tanto subjetivos como objetivos. Por lo tanto, cuando se realizan cambios, la investigación adicional debe centrarse en la cuestión de la equidad en relación con las leyes introducidas.