Derecho Penal en el Entorno Empresarial
Los crímenes son acciones ilegales que afectan a todos en la sociedad. Estas actividades se llevan a cabo en diferentes niveles, y aunque son desventajosas y perjudiciales para las personas y las empresas, algunas personas terminan beneficiándose de esta práctica. Parte de los beneficiarios del crimen son las partes interesadas de la industria de control del crimen. Estas personas o entidades comerciales, como las empresas de seguridad privada y los fabricantes de armas, han aumentado la demanda de sus servicios o bienes cuando se produce un delito generalizado. Esto se traduce en beneficiarse de la delincuencia (Garmany & Galdeano, 2017). El personal en el sistema de justicia penal también se beneficia en cierta medida debido a esta práctica, ya que logran obtener empleo en diferentes niveles en el sistema de justicia penal. Ejemplos son los oficiales de correccionales y abogados.
Las empresas pueden prevenir la ocurrencia de delitos de varias maneras, y un método puede ser a través de la ejecución de verificaciones de antecedentes de los empleados para establecer la existencia de antecedentes penales. Esto ayudará a reducir el crimen como resultado del personal deshonesto. Las empresas también pueden prevenir el delito instalando sistemas de seguridad adecuados, lo que ayudará a prevenir el robo (Li, 2022).
Cuando un delito se propaga en un entorno empresarial, tanto los consumidores como las empresas sufren en última instancia. El consumidor sufre como consecuencia de costes adicionales, que las entidades empresariales pueden incorporar como medio de recuperar las pérdidas que puedan producirse como consecuencia de actividades delictivas. Cuando hay un aumento en las actividades delictivas, los patrones y comportamientos de los consumidores, como salir por la noche, pueden cambiar debido al miedo a la victimización (Tillyer & Walter, 2019). Este cambio en los patrones de consumo afectará negativamente a la entidad comercial debido a la reducción de las ventas.