Competencia y derechos procesales de los menores en los tribunales de menores
Abstracto
El documento presenta el análisis de un caso de justicia juvenil. El deber del defensor es proteger los derechos del niño que robó un automóvil, lo condujo sin licencia y lo estrelló contra una tienda. El documento se divide en varios capítulos importantes. Al principio, el proceso de defensa juvenil se describe en detalle con el uso de fuentes académicas. En este punto, se expresan las sugerencias del abogado relacionadas con el castigo del menor. A continuación, se enumeran y explican las divergencias entre los sistemas de justicia juvenil y de adultos. Finalmente, se determinan las consideraciones de sentencia del juez. Cada fase del documento está respaldada por evidencia de literatura académica relevante. En conclusión, se resumen los puntos principales y se discute el efecto de las medidas de castigo en el futuro del menor.
Introducción
El sistema de justicia juvenil es diferente del sistema de justicia penal para adultos. El objetivo principal de tratar con la delincuencia juvenil cuidadosamente es permitir a los jóvenes repensar su comportamiento y darles la oportunidad de convertirse en adultos respetuosos de la ley. El caso presentado se centra en un niño de 15 años que robó un automóvil, lo condujo sin licencia y finalmente lo estrelló en una tienda. Si bien el acto cometido por el menor no ha tenido ningún efecto perjudicial grave en nadie, parece razonable ponerlo en libertad condicional y establecer un castigo mínimo o próximo al mínimo.
Respuesta del abogado a la Sra. Ingrim
El tribunal de menores es mucho más suave que el tribunal de adultos, y será más fácil manejar el caso de su hijo ahora de lo que sería en caso de que fuera unos años mayor. En cada estado, hay especificaciones en cuanto a la definición de la edad de los delincuentes juveniles. Sin embargo, la mayoría de los estados han establecido un nivel de edad más alto para los menores de 18 años (Leiber & Peck, 2015). Por lo tanto, dado que su hijo tiene solo quince años, se considera que aún no está en la frontera juvenil-adulto.
La edad de su hijo y el hecho de que no tenga antecedentes de delincuencia son circunstancias atenuantes. La investigación informa que los procesos de toma de decisiones de los adolescentes difieren mucho de los de los adultos (Monahan, Steinberg, & Piquero, 2015). Solo a la edad de 16-17 años, los niños desarrollan habilidades cognitivas que son similares a las de los adultos (Feld, 2014). Aun así, el autocontrol y el juicio de los jóvenes de 16 y 17 años no son lo suficientemente maduros (Feld, 2014). Por lo tanto, podemos defender a su hijo y justificar sus acciones sobre la base de estos hechos.
Proceso de Defensa Juvenil
El Centro Nacional de Defensores Juveniles, describe varias etapas en el proceso de la corte juvenil. El primero se llama el incidente, que es el corresponsal de arresto en el sistema de justicia penal para adultos. A continuación, el niño es liberado a sus padres o detenido (“Flowchart”, s.f.). Las etapas posteriores son la lectura de cargos, la adjudicación, la audiencia de disposición (sentencia de menores) y la moción para borrar el registro de un menor («Flowchart», s.d.). Para garantizar que cada una de estas fases se maneje adecuadamente, el abogado debe realizar una preparación exhaustiva de la evidencia y estar presente en cada uno de los pasos.
En primer lugar, es necesario asegurarse de que el acusado está bien mental y físicamente y proporcionar cualquier ayuda si es necesario. Luego, el abogado debe recopilar evidencia del comportamiento previamente positivo del niño y solicitar la liberación de los padres. Es muy importante no permitir la transferencia del cliente a un tribunal penal. La evidencia indica que los menores pueden ser tratados “de manera punitiva” en caso de tal transferencia (Taylor, 2017).
En la fase de la lectura de cargos, el papel del abogado es asegurarse de que no se utilicen detalles del caso contra el cliente. Además, en este punto, el menor tiene que admitir o negar los cargos (Emerson, 2017). El consejero debe explicar la importancia de la confesión sincera y el reconocimiento de la culpa del niño. En la etapa de adjudicación, es crucial asegurarse de que el juez haya obtenido todos los datos necesarios para que se aumenten las posibilidades de libertad condicional. 200 horas de servicio comunitario y 2 semanas en el programa de campamentos de entrenamiento del condado serán una medida recomendada por el defensor.
Diferencias entre el sistema de justicia de adultos y juvenil
Hay varias diferencias importantes entre los sistemas de justicia juvenil y de adultos. En primer lugar, el sistema de justicia considera los delitos cometidos por menores y los cometidos por adultos en diversos niveles. En todos los estados de los Estados Unidos, el delito cometido por un adulto se considera un acto criminal, mientras que para los menores, la definición de violación de la ley es “un acto delincuente específico” (Leiber & Peck, 2015, p. 440). Es importante señalar que no existe un sistema unitario de justicia juvenil en los Estados Unidos, cada estado tiene sus propias regulaciones.
Otra diferencia importante es que los tribunales de adultos presuponen un juicio público por un juez, mientras que los tribunales de menores no ofrecen tal oportunidad. Para tratar los casos de menores, un juez generalmente se familiariza con la evidencia durante un juicio de adjudicación y toma una decisión sobre si se ha producido un acto moroso. Como Feld y Hamack argumentan, tal regulación puede tener un impacto negativo en las posibilidades del joven de no ser condenado. Sin embargo, tal práctica se sugirió con el objetivo de proteger a los jóvenes que se consideran vulnerables e inmaduros en comparación con los adultos (Feld, 2014).
Finalmente, el tribunal de menores se dirige en gran medida hacia la rehabilitación, mientras que el sistema de justicia de adultos se basa en el castigo (Monahan et al., 2015). Para los menores, las condenas más típicas son la libertad condicional (supervisión por parte de la comunidad) y la colocación fuera del hogar (residencial) (Leiber & Peck, 2015). Hay dos razones principales por las que mantener a los menores en prisión es la última opción seleccionada por el juez. En primer lugar, el sistema de justicia trata de proteger a los jóvenes del impacto corruptor de los delincuentes adultos (Taylor, 2017). En segundo lugar, se intenta guiar a los delincuentes y ayudarlos a convertirse en ciudadanos respetuosos de la ley (Taylor, 2017).
Consideraciones de sentencia del juez en este caso
Al tomar una decisión sobre el caso en cuestión, es necesario tener en cuenta la edad del menor y la gravedad del delito que ha cometido. Según Howell, Lipsey y Wilson, la mayoría de los jóvenes no están en un camino que conduzca a “carreras criminales de adultos” (p. 7). La mayoría de los casos de delincuencia son «autocorrectores» y algunos «no son graves, violentos o crónicos» (Howell et al., 2014, p. 7).
El presente caso parece pertenecer a la categoría descrita, por lo que la sugerencia del abogado de liberar al menor en libertad condicional parece razonable. Sin embargo, la decisión del tribunal sobre el castigo no será mínima. Por lo tanto, la multa decidida es de 4 semanas en el programa de campamento de entrenamiento del condado y 350 horas de servicio comunitario. La moción para borrar el registro del menor se puede solicitar a su edad de 17 años.
Conclusión
El caso presentado trata sobre el comportamiento delincuente del niño de 15 años. La edad del niño no está a punto de alcanzar la edad legalmente reconocida como adulto. Por lo tanto, el abogado ha sugerido un castigo mínimo en lugar de trasladar el caso a la corte penal. Teniendo en cuenta la investigación disponible y los detalles del caso, la decisión tomada por el juez parece razonable. El castigo no es mínimo, sino cercano, y el menor tendrá la oportunidad de participar en medidas de corrección y autocorrección.