Pepsi Company: Contratos y problemas de privacidad
Elementos de un contrato válido
- Oferta y aceptación: un consentimiento mutuo solo es posible en el contrato cuando hay una oferta y aceptación. Una parte hace una propuesta y otra acepta la oferta.
- Legalidad
–
Todos los contratos deben realizarse por actividades legales y no deben basarse en motivos ilegales. El objeto del contrato debe ser legal dependiendo de las leyes y regulaciones de esa región. - Consideración – La consideración es el beneficio o pérdida que una de las partes obtiene después de la implementación de un contrato (Dranias, 2008, p. 310). El beneficio o pérdida podría ser monetario u otros beneficios tangibles dependiendo de la naturaleza del contrato.
- Competencia: para que un contrato sea válido, se supone que las partes de un contrato deben tener más de dieciocho años. Cualquier persona mayor de dieciocho años tiene la capacidad de comprender los detalles del contrato y es competente para celebrar un contrato.
Teoría objetiva de los contratos
La teoría objetiva de los contratos es una doctrina en el contrato, que establece que un acuerdo se convierte en un contrato basado en actos externos y no en supuestos acuerdos. La teoría diferencia un contrato y un acuerdo por los actos jurídicos externos de una parte (Eisenberg, 1994, p. 1127). Esto significa que una mera publicidad no puede ser un contrato a menos que haya actos externos realizados por la persona que ofrece el contrato. La teoría se aplica al caso entre Pepsi Company y un hombre de Seattle (John Leonard) donde Pepsi Company incluyó a Harrier Jet en uno de sus comerciales de televisión como premio después de obtener siete millones de puntos de Pepsi. Curiosamente, hubo una notable ausencia de más actos externos de la compañía que mostraran compromiso con la oferta y para Pepsi fue una mera broma.
Por qué el tribunal sostuvo que el acuerdo no era válido
El tribunal sostuvo que no había un contrato válido basado en la teoría objetiva de los contratos porque Pepsi solo estaba bromeando en el momento de la publicidad y no tenía la intención de regalar a Harrier como premio. En cuanto al acuerdo, no hubo actos externos realizados por Pepsi y la intención real de la compañía era no ofrecer Harrier como uno de los premios. El acuerdo no era válido porque el precio de Harrier era muy alto en comparación con el precio incurrido para reunir los puntos. El tribunal llevó a cabo una prueba objetiva para ver si una persona razonable podía tomar en serio el anuncio (Emanuel, 2006, p.6).
Si la publicidad se considera generalmente como ofertas
Los anuncios no se consideran generalmente como ofertas, pero se les conoce como invitación a tratar porque no hay promesas hechas. Según Hartman y Desjardins, las ofertas se hacen a personas específicas y no al mundo y los anuncios se hacen a todo el mundo y no a individuos identificables (2011, p. 367). Para que un anuncio se considere una oferta, debe contener palabras específicas de compromiso y términos vinculantes.
Cómo este caso difiere de una situación de recompensa
Una situación de recompensa es diferente del caso en cuestión aquí porque un contrato se forma después de que alguien responde y completa el acto solicitado. Por otro lado, en una situación de recompensa, existe un acuerdo entre las partes para pagar por un servicio. El caso de Pepsi difiere de una situación de recompensa porque no hubo acuerdo entre las partes sobre el premio. John Leonard no notificó a Pepsi Company que había aceptado la oferta.