Igualdad de derechos para las personas homosexuales
Introducción
Los derechos cívicos de la comunidad LGBT han sido durante mucho tiempo objeto de acalorados debates entre políticos, abogados y periodistas. Actualmente, estas personas no enfrentan ningún proceso penal en los Estados Unidos y muchos otros países. En el siglo XX, muchas sociedades occidentales se han vuelto mucho más tolerantes hacia estos individuos (Rimmerman y Wilcox 247). A nivel oficial, las comunidades contemporáneas perciben la homosexualidad como una norma.
Sin embargo, los homosexuales todavía se ven privados de muchos privilegios importantes, como la capacidad de casarse entre sí o adoptar hijos. En general, estos individuos deben tener los mismos derechos que las personas heterosexuales. Se debe prestar mucha atención a problemas tales como el matrimonio, diversos problemas de propiedad e impuestos, y la capacidad de adoptar niños.
No hay ningún fundamento legal y ético que discrimine contra ellos sólo la base de su orientación sexual. La premisa principal es que una persona no debe enfrentar ningún desafío legal, político o social siempre que no represente ninguna amenaza para la comunidad o individuos separados.
Esta es la tesis principal que debe analizarse con mayor detalle. En general, el desempoderamiento legal existente de la comunidad LGBT puede explicarse por el hecho de que la homofobia sigue estando muy extendida incluso entre aquellos individuos que ocupan los puestos de autoridad. Aunque los políticos no suelen expresar opiniones discriminatorias, pueden permanecer sesgados contra este grupo de personas. Este es el principal problema que hay que abordar.
Matrimonio
En primer lugar, los responsables políticos deben eliminar las restricciones legales que limitan la capacidad de las personas homosexuales para casarse entre sí. Estas restricciones crean una gran cantidad de problemas para estas personas. El principal problema es que en muchos casos, el gobierno no reconoce la unión de las personas homosexuales. Por ejemplo, la legalidad de esta asociación se acepta solo en algunas partes de los Estados Unidos.
Debe tenerse en cuenta que estas parejas se ven privadas de muchos privilegios, por ejemplo, beneficios de atención médica, derechos de herencia o derechos de visita al hospital (Rimmerman y Wilcox 247). Por lo tanto, uno no debe suponer que esta cuestión puede ser fácilmente desestimada. La gente moderna toma estos privilegios por sentado, y no se les ocurre que algunos individuos no pueden disfrutar de ellos.
Este problema atrae la atención de los legisladores de diferentes países. En muchos países europeos, como Francia, la validez del matrimonio entre personas del mismo sexo se reconoció recientemente. Sin embargo, en muchos casos, los responsables políticos no otorgan el estatus legal a esta forma de asociación. A veces, se refieren a la definición legal del matrimonio según la cual es solo la unión de personas heterosexuales (Zimmerman y Wilcox 247).
Por lo general, no están dispuestos a cambiar la definición de matrimonio. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta interpretación de la ley solo puede considerarse como un obstáculo artificial que no tiene justificación ética. Lo más probable es que se pueda explicar por la falta de voluntad de los responsables políticos para aceptar el cambio.
Este es uno de los principales temas que deben tener en cuenta los líderes políticos y los legisladores. Esta es una de las principales fallas en las normas legales existentes que influyen en la vida de la comunidad LGBT. Es cierto que algunas personas bastante conservadoras pueden oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo. Uno de los argumentos más comunes es que esta forma de unión no es válida porque no puede resultar en el nacimiento de hijos (Andriszewski 47).
En otras palabras, los opositores de esta unión creen que es inherentemente deficiente (Andriszewski 47). Sin embargo, esta crítica tiene una deficiencia muy importante que a veces es pasada por alto por los críticos del matrimonio LGBT. En particular, no se espera que las parejas heterosexuales o legalmente obligados a tener hijos. Además, algunos de ellos no tienen la intención de tener hijos. Sin embargo, su matrimonio no se considera antinatural o inmoral.
Aparte de eso, uno no debe olvidar que las parejas homosexuales generalmente están dispuestas y son capaces de criar hijos (Orleans y Levy 235). Por eso no se puede justificar esta crítica. Se basa en el prejuicio, en lugar de la evidencia. Además, los opositores del matrimonio homosexual señalan que el gobierno no debe legitimar esta forma de asociación porque, a largo plazo, este cambio puede erosionar las concepciones convencionales de la familia nuclear.
En particular, dicen que estas prácticas pueden conducir eventualmente a la legitimación de la poligamia (Andriszewski 47). Esta objeción está más relacionada con el entorno cultural y religioso dentro de un país. Este problema no está relacionado con el estatus cívico de las personas homosexuales. Por lo tanto, se puede argumentar que muchas de las posibles objeciones no están respaldadas por ejemplos específicos. En general, esta discusión sugiere que la capacidad de casarse es una de las grandes preocupaciones para las parejas LGBT.
Propiedad e impuestos
Además, el Estado debe eliminar varias normas legales que crean dificultades innecesarias relacionadas con los impuestos y la herencia de la propiedad. Surgen principalmente de la incapacidad de las parejas homosexuales para registrar su matrimonio. Estos problemas a menudo pueden ser ignorados por los líderes políticos. Uno debe prestar atención a varios detalles importantes. En primer lugar, los profesionales legales hablan sobre los beneficios para sobrevivientes que generalmente están disponibles para las parejas heterosexuales (Becker y Posner 18). A su vez, las personas homosexuales se ven privadas de esta oportunidad.
Por lo tanto, estas personas pueden encontrar diferentes dificultades financieras en un momento en que pierden a sus cónyuges. Por el contrario, estos desafíos no afectan profundamente a las personas heterosexuales. Además, una persona gay no puede heredar la propiedad de un cónyuge sin tener que pagar impuestos. A su vez, este privilegio está garantizado a las personas heterosexuales (Greenberg 226). Por lo tanto, se puede decir que las políticas discriminatorias pueden manifestarse de diferentes maneras.
Además, estos ejemplos muestran que las dificultades jurídicas y económicas pueden crearse artificialmente. Es difícil justificarlos desde puntos de vista lógicos o éticos. El gobierno debe asegurarse de que estos obstáculos no compliquen la vida de las personas homosexuales, ya que estas restricciones también pueden considerarse como una forma de discriminación. Estas limitaciones son superficiales e incluso poco éticas porque están dirigidas contra personas que no han cometido ningún delito.
Ciertamente, también es posible objetar argumentando que el gobierno ciertamente puede erradicar estas barreras legales sin reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo. En otras palabras, los opositores del movimiento por los derechos de los homosexuales pueden hacer algunas concesiones a estas personas sin reconocer su derecho al matrimonio. Sin embargo, esta objeción todavía no muestra por qué esta unión no puede ser reconocida por el Estado. Este es uno de los puntos principales que se pueden hacer.
Estos casos son importantes porque muestran que hay restos de políticas anteriores que podrían discriminar a las personas solo por su orientación sexual. Parece que ambos son inmorales e irrazonables. Este es uno de los principales problemas que los políticos modernos deben abordar. La tarea principal es asegurarse de que un individuo debe ser facultado por el estado si él / ella no causa ningún daño a la sociedad. Parece que esta premisa debe guiar el trabajo de los legisladores y los responsables políticos.
Adopción de niños
Por último, a los miembros de la comunidad gay no se les debe negar el derecho a adoptar niños. Esta es otra pregunta que atrae la atención de muchos legisladores y abogados en los Estados Unidos, así como en otros países. Hay que tener en cuenta que a los homosexuales tradicionalmente se les ha negado la oportunidad de adoptar niños. Antes de los años noventa, este tema ni siquiera era considerado por los legisladores. Durante mucho tiempo ha habido una opinión dominante de que las parejas homosexuales no pueden brindar un cuidado genuino a los niños (Orleans y Levy 235).
Además, los opositores de los derechos de los homosexuales a menudo mencionan que las personas, que se crían en tales familias, tienen más probabilidades de convertirse en homosexuales. Sin embargo, los estudios realizados por psicólogos indican que la orientación sexual de un padre no afecta la sexualidad de un niño (Newton 57). En otras palabras, tal persona no es probable que sienta afecto por personas del mismo sexo (Newton 57). Aparte de eso, contrariamente a los estereotipos comunes, estas personas no sufren de depresión y abuso de drogas.
Además, su rendimiento académico no es inferior en comparación con los resultados de los estudiantes que son criados en familias nucleares convencionales (Orleans y Levy 235). Debe tenerse en cuenta que los investigadores examinan de cerca el comportamiento de los niños y niñas, que crecieron en parejas homosexuales. Sus hallazgos sugieren que tienen los mismos niveles de autoestima y desarrollo cognitivo (Orleans y Levy 235). No están deteriorados en comparación con sus compañeros.
Este ejemplo es relevante para la tesis expresada en el documento. En el momento dado, no hay evidencia que sugiera que las parejas homosexuales puedan afectar el desarrollo psicológico o físico del niño. Por lo tanto, no hay razón para evitar que adopten niños. Este es uno de los principales argumentos que se pueden presentar. Al adoptar este principio, los responsables políticos pueden elevar significativamente el estatus cívico de la comunidad LGBT.
Ciertamente, este tema todavía es debatido por educadores y activistas políticos. Una de las principales objeciones es que un niño no puede convertirse en una persona madura siempre que no tenga padres heterosexuales. Además, este niño debe interactuar con la madre y más lejos. Además, los críticos de la adopción LGBT dicen que es demasiado pronto para hablar sobre los efectos a largo plazo de la crianza de los hijos del mismo sexo en una persona. Esta es una de las críticas que no deben ser ignoradas.
Sin embargo, los hallazgos de los investigadores muestran que el desarrollo psicológico y social de un niño depende de las habilidades de los padres, en lugar de su orientación sexual (Newton 57). Los resultados de sus estudios indican que estos niños pueden interactuar con éxito con sus compañeros y eventualmente establecer familias (Newton 57; Orleans y Levy 235). Este es uno de los temas clave que no debe pasarse por alto. Además, no están expuestos a la violencia doméstica o el abuso como a veces se alega.
Aparte de eso, los niños adoptados por parejas homosexuales se desarrollan adecuadamente, si viven en una comunidad tolerante que no margine a las personas homosexuales. Este es probablemente el factor más importante que afecta su desarrollo. Por lo tanto, no es posible asumir que las parejas homosexuales no pueden actuar como padres efectivos.
Las preocupaciones sobre los efectos de la paternidad entre personas del mismo sexo se basan en acusaciones, en lugar de datos verificados. Si los responsables políticos postulan que el bienestar de los niños es su principal prioridad, deberían legitimar la paternidad entre personas del mismo sexo (Orleans y Levy 235). Este es uno de los temas que no son mencionados por los críticos de la adopción LGBT.
Conclusión
En general, esta discusión indica que en muchos casos, las personas homosexuales no tienen los mismos derechos que las personas heterosexuales. Se ven desfavorecidos cuando se habla de cuestiones como el matrimonio, la herencia, los derechos de propiedad y la adopción de hijos. Este es el principal problema que los legisladores deben resolver.
Los ejemplos que se han discutido en este documento sugieren que al otorgar derechos civiles completos a las personas homosexuales, el gobierno no representará ninguna amenaza para la comunidad o los individuos. En particular, su derecho a adoptar hijos o casarse entre sí no producirá ningún efecto adverso en la comunidad.
Por ejemplo, el estatus legal de su matrimonio no socavará ni transformará a la familia moderna. Además, estas personas pueden actuar como padres. Por lo tanto, es irrazonable y poco ético imponer restricciones a estas personas. Estas restricciones no tienen ningún fundamento ético o legal. Este es el argumento principal que se puede presentar. Estos temas deben ser tomados en cuenta por los políticos y legisladores, ya que son en parte responsables de traer mejoras en la vida de una sociedad.