El proceso de medir la reincidencia
La eficacia de las políticas correctivas depende en gran medida de cómo se formulen. Por lo tanto, aunque algunos conceptos parecen evidentes a primera vista, es necesaria una evaluación cuidadosa para evitar interpretaciones erróneas. Este es el principal problema de aplicar políticas correccionales en caso de reincidencia. La experiencia ha demostrado que los diferentes enfoques para evaluar la reincidencia terminan con tasas de prevalencia que van del 0 al 80 por ciento (Mosher et al., 2010). Esto se debe a que los criterios para evaluar la reincidencia tienen un amplio rango. Por lo tanto, en diferentes regiones, un delincuente reincidente puede ser llamado una persona que fue revocada de la libertad condicional o solo una persona que fue nuevamente encarcelada por delitos. Además, hay criterios para la gravedad y el tipo de delito, según los cuales a veces incluso un asesino que es procesado por falta de pago de una multa puede ser llamado reincidente. Un espacio tan amplio para interpretar el concepto de reincidencia hace que sea difícil comparar y evaluar situaciones. Esto reduce significativamente la eficacia del sistema de corrección, ya que no existe un único proceso y un concepto claro.
Padfield y Maruna se centran en el regreso de los condenados a prisión mientras están en libertad condicional. Según el texto del artículo, en este momento, las personas que intentan reintegrarse en la sociedad se enfrentan a un número masivo de injusticias, convenciones rígidas y restricciones que hacen su vida más difícil. Además, según los autores, las condiciones son tan terribles que no sorprende que los ex presos vuelvan al crimen (Padfield & Maruna, 2006). Sin embargo, al analizar todo el artículo, se puede notar que los investigadores no son imparciales. Además, se ponen claramente del lado de los convictos, lo que demuestra cierto tipo de prejuicio contra los sistemas judiciales y ejecutivos actuales.
Además, los investigadores a menudo citan documentos antiguos como argumentos. Por ejemplo, las palabras que es difícil para un criminal reintegrarse se apoyan en ejemplos de la literatura de 1974 (Padfield & Maruna, 2006). Además, no todos los hechos propuestos por los autores tienen citas que puedan confirmarlos. Finalmente, los sesgos más importantes y las brechas de investigación más significativas se encuentran en el estudio de los retiros de prisioneros y las conclusiones del artículo. Los autores creen que este tema debe estudiarse con más detalle para proteger a los delincuentes en libertad condicional, pero citan información insuficiente sobre este tema.