Comunicación efectiva con la aplicación de la ley
Introducción
La comunicación con las personas es una parte importante de la vida de todos. Debido a la capacidad de expresar claramente sus pensamientos y escuchar, las personas pueden tener éxito y construir relaciones o lograr lo que quieren en las negociaciones. Los psicólogos saben que la mayoría de los conflictos no son causados por contradicciones insuperables, sino por una incapacidad banal para hablar (Levine et al., 2014). Sin embargo, de particular relevancia es la etiqueta cuando se trata de representantes de la policía. A menudo, los individuos con su comportamiento y forma de hablar provocan nuevos conflictos y agravan la situación.
Cuerpo principal
En primer lugar, las personas que se comportan de manera desafiante y abiertamente muestran irritación o desdén son provocativas. Algunos incluso recurren a insultos, que pueden ser punibles penalmente. Desafortunadamente, muchas personas hacen esto, y en el 99 por ciento de los casos, es desfavorable para ellos (Levine et al., 2014). Convertir a un oficial de policía en un rencor personal contra una persona multiplica las posibilidades de convertir un episodio desafortunado en una molestia grave. En general, el estado de ánimo durante la comunicación con el oficial de policía se mantiene mejor como en las negociaciones comerciales, en las que el individuo es, por necesidad, una dignidad educada (Levine et al., 2014). Uno no debe ir a los extremos, como congraciarse con los oficiales de policía y llamarlos colegas, porque esto siempre causa sentimientos desagradables e irritación. Al mismo tiempo, el medio dorado, como en cualquier caso, puede afectar positivamente la resolución de muchos temas controvertidos.
La cortesía es la principal herramienta del delincuente menor. Si alguien sabe que uno está equivocado, la mejor opción es admitirlo. En el mismo caso, cuando una persona comienza a discutir, exigiendo evidencia, la situación cambia dramáticamente al lado negativo (Levine et al., 2014). Además, hay numerosos casos en los que las personas dicen que acaban de ser detenidas, lo cual es una pérdida de tiempo. Tal comportamiento solo causa un deseo de verificar más tiempo y más a fondo. Las palabras siempre dependen del oficial de la ley; por ejemplo, una frase arrojada fuera de lugar, una broma o un insulto es una provocación directa, lo que conduce a la dureza instantánea. Hay frases como: «No estoy obligado a tener mi pasaporte conmigo», «Mostrar su tarjeta de identificación en forma desplegada» y «Repita su rango y apellido, nombre». A primera vista, las aclaraciones triviales en un tono desdeñoso o grosero afectan significativamente el progreso de la situación.
Además, no todas las personas están tranquilas y en un estallido de ira, demostrando su caso al policía, las personas a menudo no confunden su gesticulacion y causan daños al oficial de policía. Lo más importante es la distancia, depende de la situación, pero es mucho más agradable y fácil de comunicar cuando el individuo observa los límites personales y se comporta educadamente (Levine et al., 2014). Malas palabras, tono elevado, rudeza y provocación es, por desgracia, algo que sucede a menudo, y es necesario reaccionar a ellos correctamente.
La agresión como fenómeno socio-psicológico complejo implica siempre un contexto ambiental que condiciona ciertas acciones y manifestaciones externas del estado emocional del sujeto respecto al otro sujeto/objeto que causó la agresión y el comportamiento agresivo.
Conclusión
En otras palabras, el comportamiento agresivo observado siempre se desarrollará de acuerdo con un determinado escenario: causa – estado interno – manifestación externa. Desde el punto de vista psicofisiológico, cualquier tipo de agresión libera un potencial excesivo, liberando el organismo de una energía emocional excesiva acumulada y no gastada (Levine et al., 2014). Como se sabe, los estados emocionales superfluos que no reaccionan a tiempo y las emociones ecológicamente no vividas pueden transformarse y encontrar su salida ya sea en forma interna a través de enfermedades somáticas o en forma extrema a través de la agresión. Sin embargo, los agentes de policía deben actuar profesionalmente, por lo que es importante aprender a reaccionar correctamente y con calma incluso a las declaraciones más provocativas. Tal declaración es, por ejemplo, «Oficial, me detuvo porque soy un asiático-americano».