Política de detención obligatoria para perpetradores de violencia doméstica
Introducción
La violencia doméstica sigue siendo un problema común en la sociedad moderna. Implica el abuso de niños, parejas íntimas, adultos mayores y afecta a aproximadamente diez millones de personas en los Estados Unidos cada año (Huecker et al., 2022). El abuso puede incluir económico, psicológico, emocional y físico, incluido el tratamiento sexual. La violencia a menudo es difícil de detectar, y las propias víctimas pueden proteger a los perpetradores y no buscar ayuda por miedo. El tratamiento cruel tiene consecuencias significativas para la salud física y mental de las víctimas e incluso para la economía del país (Huecker et al., 2022). Por lo tanto, es esencial examinar las intervenciones y posibilidades de los organismos encargados de hacer cumplir la ley para hacer frente a la violencia en el hogar. A pesar de que una medida como un arresto obligatorio puede interferir con las relaciones familiares, puede tener un efecto disuasorio.
Intervenciones de aplicación de la ley para abordar la violencia doméstica
Las relaciones familiares se han considerado durante mucho tiempo personales, lo que no implica la intervención de la sociedad y los organismos encargados de hacer cumplir la ley, incluso en casos de trato brutal. Poco a poco, la opinión sobre la situación y la respuesta de la policía cambiaron: actuaron como mediadores en la resolución de conflictos en la familia. Sin embargo, los organismos no utilizan un arresto en tales casos, la mediación a menudo trató sólo para evitar la escalada, y el autor no era responsable de sus acciones. Como resultado, la violencia doméstica no se restringió, sino que se mantuvo en los mismos niveles.
Una posible medida efectiva que los organismos encargados de hacer cumplir la ley pueden utilizar es la detención obligatoria de una persona sospechosa de violencia doméstica. Tal procedimiento implica la detención de un sospechoso si hay buenas razones para sospechar de violencia. La principal diferencia entre el arresto obligatorio y otras intervenciones es la falta de elección para la víctima y el oficial. Es decir, en el caso de pruebas sólidas de culpabilidad, el oficial está obligado a arrestar al delincuente y la víctima no puede detenerlo. Esta característica tiene una ventaja ya que los oficiales no interfieren en los asuntos de la familia, sino que hacen su trabajo, y el miedo de las víctimas no evitará el arresto. Como resultado, la víctima tendrá tiempo para comprender y evaluar la situación y buscar ayuda. Muchas sociedades y organizaciones en el país están listas para ayudar a las sobrevivientes de violencia doméstica, y tienen líneas directas donde uno puede contactarlas. Además, los infractores no pueden repetir sus acciones una vez que reciben el castigo.
La acción de la política de detención obligatoria como una intervención para abordar la violencia doméstica ha sido probada empíricamente. El Experimento de Violencia Doméstica de Minneapolis estudió intervenciones tales como la mediación y las separaciones utilizadas en la violencia doméstica y en comparación con el arresto obligatorio (Welsh & Harris, 2008). Los investigadores suponían que la intervención de detención debería haber tenido el efecto preventivo y disuasorio más significativo. A pesar de varias confusiones en el experimento, sus resultados mostraron que el arresto es la reacción efectiva para resolver el problema de la violencia doméstica. Tales hallazgos han influido en muchos estados que han realizado cambios de política para aumentar el uso de arrestos obligatorios.
Conclusión
Por lo tanto, el tema de la violencia doméstica tiene un impacto crítico en la sociedad estadounidense. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley no siempre tienen el poder de responder a las sospechas de violencia y proteger a sus víctimas. La intervención generalizada de la mediación entre la víctima y el abusador no tiene el efecto disuasorio y preventivo necesario. El arresto obligatorio puede tener el impacto requerido y ayudar a frenar la violencia doméstica. Implica la detención del delincuente en el caso de pruebas sólidas de culpabilidad, y luego incluso una víctima asustada no puede interferir con el castigo del delincuente.