Investigación en Psicología Forense
Bienestar humano y mejora de la calidad de vida
La psicología forense se ocupa de tratar a los delincuentes, comprender su comportamiento criminal y cómo la psicología se puede aplicar en los tribunales de justicia. Es una rama importante de la psicología porque la reincidencia de los delincuentes y la actividad criminal son frecuentemente traídas a la atención del público. El psicólogo forense realiza diferentes tareas, incluida la implementación de programas de tratamiento del delincuente, la transformación del comportamiento de los delincuentes y la reducción del estrés atribuido a los presos y al personal penitenciario. Además, los psicólogos forenses también participan en la capacitación de los funcionarios penitenciarios en relación con las decisiones adoptadas sobre la liberación de los reclusos, incluido el trabajo con las víctimas de delitos. Se podría decir que, dado que el sistema de justicia penal funciona para el bienestar de la comunidad, los psicólogos forenses se preocupan principalmente por el bienestar del delincuente. En pocas palabras, los psicólogos forenses ayudan al sistema de justicia penal a prevenir el crimen y salvaguardar la sociedad.
Los psicólogos forenses desarrollan una relación con los delincuentes al proporcionar sesiones de terapia personalizadas en los casos en que la policía está involucrada o cuando hay una orden judicial. Las sesiones de terapia no solo se utilizan por razones de estudio e investigación, sino también con fines terapéuticos para el bienestar del cliente. Por ejemplo, los psicólogos forenses ayudan a los presos a manejar la estresante vida en prisión para lidiar con problemas mentales. Dicha asistencia ayuda al prisionero a mejorar su calidad de vida mientras está encarcelado. Además, ayuda al delincuente a rehabilitarse y convertirse en un buen miembro de la sociedad al ser liberado. La sociedad considera que los delincuentes y delincuentes tienen el potencial de causar daño, pero ignora sus metas y aspiraciones personales, lo que se puede lograr a través de relaciones terapéuticas con psicólogos forenses. La gestión de la vida de un delincuente por un psicólogo forense se considera como un medio para mejorar la seguridad de la comunidad. Sin embargo, también deben tenerse en cuenta los valores y objetivos personales del delincuente, incluidos los resultados de las intervenciones sobre su calidad de vida. Esta intervención tiene un impacto positivo en el bienestar humano, ya que se ocupa del bienestar del prisionero y protege a la sociedad de la repetición de actividades delictivas. Por lo tanto, el psicólogo forense ayuda a mantener la paz y la armonía en la sociedad, un factor que mejora la calidad de vida.
Dentro de la práctica de la salud mental, la evaluación del riesgo de violencia es un tema esencial de seguridad pública emprendido por la psicología forense. La evaluación del riesgo constituye la base para evaluar el riesgo de violencia, incluida la formulación y la implementación de intervenciones apropiadas para reducir el riesgo tanto para el paciente como para la comunidad. Los profesionales forenses de salud mental realizan evaluaciones de riesgo de violencia en diversas situaciones, centrándose en disposiciones penales y sentencias y compromisos civiles. Por otra parte, las evaluaciones de riesgo se pueden llevar a cabo cuando un delincuente es considerado para libertad condicional en la comunidad de la cárcel. Además, una organización puede querer evaluaciones de riesgo que se llevarán a cabo en relación con las preocupaciones de seguridad de sus empleados u otros. Los psicólogos forenses están llamados a cumplir con estos deberes para proteger las libertades civiles tanto del público como del individuo (Weinberger & Sreenivasa, 2018). En este sentido, el psicólogo forense debe equilibrar el interés de ambas partes siguiendo sus principios éticos y su código de conducta que estipula que no se debe hacer daño.
Sin embargo, este código de conducta no estipula cuyos intereses deben ser priorizados entre las dos partes. Se utiliza para advertir a los psicólogos forenses contra las prácticas injustas y alienta el uso del juicio racional. En este sentido, la psicología forense contribuye a tener un impacto positivo en el bienestar humano y la mejora de la calidad de vida. Protege los derechos civiles del delincuente y protege a la sociedad de posibles daños. Los programas de tratamiento e intervenciones de los psicólogos forenses presuponen algunas nociones específicas de lo que se entiende por una vida valiosa y significativa. Su intervención está dirigida a factores de protección, factores de riesgo dinámicos, problemas psicológicos y trastornos mentales.
Reflexión: Frenar la violencia y la agresión
Para entender cómo frenar la violencia y la agresión, uno debe responder a la pregunta de por qué las personas buscan dañar a los demás. Los psicólogos creen que los seres humanos tienen una tendencia natural a ser agresivos y violentos. Sin embargo, los psicólogos forenses siempre tienen como objetivo reducir la violencia y la agresividad exhibida por los individuos mediante la comprensión de los procesos neurológicos y psicológicos de estos comportamientos. Algunos psicólogos creen que la violencia y la agresión son adictivas y pueden tratarse de la misma manera que la adicción a las drogas y el alcohol. Las emociones negativas como la ira y el miedo son los principales factores que contribuyen a la violencia y la agresión. Por ejemplo, una persona puede ser agresivo debido a ser enfurecido por otra persona o tienen miedo de ser herido por ellos. Del mismo modo, las emociones positivas también pueden desempeñar un papel importante en el comportamiento violento y agresivo. Los sentimientos positivos de dominio y poder pueden reforzar el comportamiento agresivo y violento.
Por lo tanto, algunos psicólogos forenses han llegado a la conclusión de que la agresividad y la violencia podrían ser frenadas o tratadas de la misma manera que la adicción. Argumentan que algunas intervenciones farmacológicas se pueden utilizar para frenar una adicción a la agresividad y la violencia. Tal remedio solo puede ser posible al comprender los marcadores biológicos asociados con la violencia y la agresividad, incluida la comprensión de cómo tal comportamiento puede ser potencialmente adaptativo o desadaptativo (McNeill, 2017). A través de tal comprensión, los psicólogos pueden desarrollar programas de rehabilitación temprana y estrategias de intervención para frenar los comportamientos violentos y antisociales. La adquisición de tal conocimiento puede mejorar los esfuerzos para apuntar a las fortalezas potenciales de las características adaptativas de la violencia y la agresión. Por lo tanto, la psicología forense juega un papel fundamental en la comprensión de las causas fundamentales de la violencia y la agresividad para llegar a intervenciones para frenar el comportamiento.