Sobre la base de las lecturas, es evidente que el desarrollo de la tecnología ha desempeñado un papel fundamental no solo para complicar la ejecución de delitos, sino también para resolver los misterios del crimen. Después de realizar el módulo, una cosa que se destacó es que la tecnología ha proporcionado mecanismos que han facilitado descubrir las diversas formas en que se ejecutan los delitos. Los avances en la tecnología han permitido disponer de información suficiente para investigar las actividades delictivas, lo que era difícil en el pasado. El futuro de la criminología se vuelve más brillante a medida que los investigadores pueden desarrollar mecanismos para resolver misterios criminales pasados a través de tecnologías modernas.
Entre las cosas que prometen un futuro más brillante en la criminología está la capacidad de los investigadores del crimen de usar la tecnología para comprender los diversos trucos que los delincuentes usan para llevar a cabo sus actividades. Un ejemplo es el aspecto de las bandas criminales que desarrollan sus redes para comunicarse con otros pandilleros y planificar sus actividades (Salcedo-Albarán, 2017). El uso de la tecnología ha permitido a los investigadores descubrir y desenredar las redes criminales traslacionales que existen. Además, la investigación científica ha permitido a los investigadores descubrir cómo los criminales como los Narcos en México han utilizado la tecnología, incluidas las tecnologías 3D, en el crimen (Goodman, 2012, TEDx Talks, 2016). Esta información muestra un futuro brillante en la criminología y cómo los investigadores usan la inteligencia para imaginar el uso de la tecnología por parte de los delincuentes. Dicha información se utiliza para proporcionar soluciones para evitar el desarrollo de una utopía criminal.
El futuro más brillante de la criminología también es evidente en las tecnologías que permiten la investigación de las escenas del crimen. Los investigadores de la escena del crimen argumentan que las técnicas como el examen antropológico forense y la autopsia forense han tenido numerosas limitaciones para proporcionar información precisa sobre las víctimas del crimen (Develter & Bekaert, 2016). La tecnología moderna ha permitido el desarrollo de técnicas como bases de datos CT, morfologías faciales 3D y genética forense para recopilar datos precisos sobre trayectorias de balas, identificación de víctimas y tiempos de ejecución de delitos (Potter, 2015). Estos aspectos muestran cómo la tecnología desempeña un papel fundamental en la mejora del estudio de los delitos.