Introducción
A lo largo de los años, el análisis de la delincuencia ha seguido siendo una de las estrategias más efectivas para disminuir los delitos y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Existen varias formas de analizar los crímenes y averiguar los motivos de los criminales, pero las más comunes y efectivas son los análisis tácticos, estratégicos y administrativos. Todos apuntan a los diferentes aspectos de las políticas de aplicación de la ley, pero su uso combinado garantiza un trabajo policial efectivo.
Análisis táctico
El análisis táctico del crimen considera la información que los oficiales obtienen sobre los delitos más recientes. El análisis generalmente se ocupa de los delitos inmediatos, por lo que puede llamarse orientado a corto plazo. Los análisis generalmente proporcionan información que podría ayudar a los oficiales de policía a resolver el crimen (Belur & Johnson, 2018). El ejemplo del análisis táctico se refiere al análisis de la información sobre la escena del crimen, las víctimas y los sospechosos. También se refiere a establecer y resolver una serie de delitos. La audiencia prevista del análisis táctico son los agentes del orden que investigan los delitos.
Análisis estratégico
El análisis estratégico de la delincuencia puede considerarse orientado a largo plazo, ya que considera los delitos de un mes a diez años. Establece el crecimiento o la disminución del nivel de criminalidad en lugares particulares y busca la razón de ello (Belur & Johnson, 2018). La estadística se utiliza para estudiar las tendencias delictivas, lo que es útil para la protección efectiva de los ciudadanos. Un informe mensual o anual de cualquier departamento de policía puede ser un ejemplo de análisis estratégico. Contiene datos sobre delitos en áreas particulares que podrían ser útiles para la asignación efectiva de las fuerzas. La audiencia de análisis estratégico son los oficiales de policía y los funcionarios del departamento de derecho.
Análisis administrativo
El análisis administrativo de delitos proporciona datos más generalizados que el análisis táctico o estratégico. No está orientado a resolver crímenes o problemas particulares. La planificación a largo plazo es el tema de su principal preocupación (Belur & Johnson, 2018). El ejemplo más común de la tarea de análisis administrativo es proporcionar a los departamentos de policía, otras instituciones legales o ciudadanos datos económicos, legales o geográficos sobre delitos que ocurren. Por lo tanto, su audiencia incluye no solo a oficiales de policía y funcionarios, sino también a personas comunes y corrientes.
Conclusión
Los análisis tácticos, estratégicos y administrativos de delitos son actualmente las principales formas de resolver crímenes y establecer la verdad. Estos tipos de análisis de información se refieren a diferentes aspectos del trabajo de un oficial de policía y se dirigen a diferentes audiencias. Es necesario entender la diferencia entre ellos, ya que se refiere a varios aspectos del trabajo de investigación. La combinación de estos tres tipos de análisis ayuda a los agentes de policía a resolver crímenes de manera efectiva y precisa.