La libertad de expresión y su importancia
La libertad de expresión ocupa un lugar especial en la jerarquía de los derechos humanos. Fue promulgada en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y se convirtió en el elemento básico para la formación de todos los demás valores liberales. La libertad de expresión se manifiesta en todas las esferas de la vida humana y la sociedad, y el grado en que se desarrolla dentro de un estado determinado determina el camino histórico de este último. El derecho de los ciudadanos a expresar libremente sus opiniones es la disposición más importante de la Primera Enmienda, porque todos los demás derechos posibles le siguen.
La libertad de expresión se refiere principalmente a la expresión del pensamiento. Lingísticamente hablando, el lenguaje es la única manera de dar sentido a las cosas. El habla es la forma acústica y gráfica de expresar los pensamientos e ideas de las personas, por lo que al restringir la libertad de expresión, el estado en realidad está restringiendo la oportunidad de pensar. Desde la perspectiva de la esfera política de la sociedad, la libertad de expresión es la base sobre la que se construyen todos los medios de expresión pública existentes (Aust et al.). Los derechos de las manifestaciones pacíficas y las reuniones sindicales no pueden ejercerse sin la capacidad de cada participante en los eventos para expresar su propia opinión.
La libertad de expresión es uno de los fundamentos de una sociedad democrática. Sin ella, es difícil imaginar a los ciudadanos participando en el proceso de toma de decisiones políticas. Después de todo, solo cuando los ciudadanos tienen acceso a la información que necesitan y pueden expresar sus opiniones, una sociedad con un gobierno representativo tiene la capacidad de tomar decisiones democráticamente. Además, esta libertad en una democracia es vital para exponer y prevenir los abusos de los funcionarios. Aumenta la transparencia del servicio público, la gobernanza, hace que los funcionarios rindan cuentas al pueblo, aumenta su responsabilidad y reduce la posibilidad de que concentren un enorme poder en sus manos ilegalmente.
Además, esta libertad permite a los grupos vulnerables o agraviados defender sus derechos en las esferas social, económica o espiritual de la vida. Por ejemplo, al publicar un artículo sobre la opresión de los negros en un distrito en particular, una voz de preocupación sobre el problema y lo lleva a la atención de los que están en el poder (Aust et al.). De esto se puede concluir que la libertad de los medios de comunicación se basa inequívocamente en la libertad de expresión.
La importancia del derecho de los ciudadanos a expresar sus opiniones como se garantiza en la enmienda también se remonta a la pirámide de Abraham Maslow. Cada una de las necesidades que existen depende significativamente de cuán libremente un ciudadano pueda expresar sus pensamientos en público. La necesidad de seguridad y bienes materiales básicos puede protegerse si los problemas de la delincuencia y el acoso se detallan en los medios de comunicación y se discuten en las manifestaciones (Aust et al.). La necesidad de reconocimiento y actualización social también está inextricablemente ligada a la medida en que los ciudadanos son capaces de expresar sus talentos y potencialidades.
Por lo tanto, en todas las esferas de la vida, la libertad de expresión es importante para todos los segmentos de la población. Es importante señalar que, a través de este derecho, los ciudadanos tienen la oportunidad de abordar los problemas tanto a nivel nacional como de influir en los procesos globales de la sociedad. Las libertades de todas las instituciones de la sociedad y los mecanismos de su comunicación con las autoridades están determinados en gran medida por la forma en que abiertamente se puede hacer pública la opinión de una persona. Además, cuanto más amplia es la gama de posibilidades de las personas para expresar sus pensamientos, más formas tienen de ascender en la pirámide de las necesidades.