Estructura del ADN en la ciencia forense
El tema de la estructura del ADN es importante tanto para mí personalmente como para la sociedad en general. Una de las formas más útiles de implicar la estructura del ADN para el mundo moderno se puede encontrar en el campo de la ciencia forense. La adenina (A), la guanina (G), la citosina (C) y la timina (T) son las cuatro bases químicas que componen el código que almacena la información en el ADN (Saladino, 2020). Similar a cómo las letras del alfabeto ocurren en un orden específico para formar palabras y oraciones o secuencias, de estas bases dicta la información accesible para crear y mantener un organismo.
La caracterización del ADN se ha utilizado en la ciencia forense para la investigación criminal. El desarrollo de aspectos de la genética molecular ha hecho posible identificar las diferencias en partes del ADN de persona a persona. Son las diferencias que se han utilizado en la aplicación forense. La tipificación del ADN es fundamental para la identificación personal, y desempeña un papel en la determinación de las personas que pueden estar involucradas en un delito (Allwood et al., 2020). El proceso ha sido crucial para garantizar la eficiencia en la ciencia forense, ya que proporciona suficiente evidencia sobre la identificación de un criminal.
Una de las áreas en las que se puede usar el ADN en la ciencia forense es en los casos de violación. El ADN del violador puede ser identificado al adquirirlo del cuerpo de la víctima. Ayuda a determinar el individuo involucrado en el acto. Además, la tipificación de ADN podría usarse en casos de robo con violencia. Las huellas dactilares que los delincuentes dejan en la superficie de las áreas que han robado juegan un papel vital en la identificación del delincuente. En tercer lugar, el ADN podría usarse en casos de homicidio para determinar la identidad de los asesinos. Es a través de la coincidencia del ADN recogido de la escena del crimen con el del sospechoso que ayuda a determinar a los asesinos (Sinha et al., 2020). Por lo tanto, la estructura del ADN es una pieza importante de conocimiento que ayudó a resolver numerosos casos criminales.