The New York Times Company v. Análisis de caso de los Estados Unidos
New York Times Company v. Estados Unidos: resumen del caso, impacto y consideraciones actuales
Los New York Times Company v. Estados Unidos o el caso de los “Papeles del Pentágono” resultó en un fallo histórico que describía la aplicación y el poder de la Primera Enmienda. El caso revisado por la Corte Suprema en 1971 tuvo una prehistoria bastante escandalosa. En 1967, Robert McNamara, el Secretario de Defensa, encargó un estudio exhaustivo sobre la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam. El trabajo se completó en 1968; el informe clasificado consistió en 7.000 páginas y se imprimió sólo en quince copias (Robertson, n.d.). En 1971, Daniel Ellsberg, un empleado de la Corporación RAND que había trabajado bajo la orden de McNamara, copió los documentos y los pasó en secreto a la oficina de McNamara. Tiempos de Nueva York reporteros. Según Frary y Ellsberg, Ellsberg estaba tan sorprendido por el alcance de las irregularidades descubiertas del gobierno de los Estados Unidos que decidió firmemente difundir el conocimiento. Los Tiempos de Nueva York comenzó a publicar los condenatorios “Papeles del Pentágono”, y la nación estadounidense se dio cuenta de las fallas del gobierno de los Estados Unidos en la participación en Vietnam.
La denuncia de Ellsberg no fue aceptada calurosamente por el gobierno de los Estados Unidos. En particular, el gobierno intentó prevenir situaciones similares ejerciendo un derecho de restricción previa o censura previa a la impresión. La administración Nixon argumentó que los periódicos ponían en peligro la seguridad nacional y obtuvo una orden de restricción que prohibía nuevas publicaciones de los «Pentagon Papers» (Robertson, s.d.). Sin embargo, la Corte Suprema revocó la orden de restricción luego de una apelación presentada por el Tiempos de Nueva York, alegando que el gobierno de EE.UU. no había cumplido con la carga de justificar la imposición de la moderación (FindLaw, s.f.). En particular, los jueces Black y Douglas calificaron las acciones del gobierno como una “flagrante, indefendible y continua violación de la Primera Enmienda” (FindLaw, s.f.). Al final, se permitió que los periódicos siguieran publicando materiales clasificados, que era una victoria notable para la libertad de prensa y discurso en los Estados Unidos.
Impacto en la libertad de prensa y de expresión
Si bien uno podría sentirse tentado a llamar al caso de los “Papeles del Pentágono” una victoria final del periodismo frente a la opresión, el impacto real del fallo es significativamente más ambiguo. Por un lado, el caso animó a los periodistas a adoptar una mentalidad independiente. Por ejemplo, la encuesta de 1971 de 1.313 periodistas estadounidenses encontró que la mayoría de ellos estaban entusiasmados con ser un perro guardián sobre el gobierno, una persona que cubre problemas complejos y controvertidos (Weaver et al., 2019). En este ejemplo, se puede ver que el fallo de la Corte contribuyó al desarrollo del periodismo de investigación en los Estados Unidos, ya que los periodistas vieron que la Primera Enmienda proporciona una cierta protección contra la persecución. Por otra parte, la decisión de la Corte no fue absoluta en cuanto a la aplicación de los principios jurídicos. Según Milosavljevi y Poler, el fallo dependía principalmente del grado de daño que la publicación de los documentos pudiera infligir razonablemente. Por lo tanto, un periodista debe ser consciente de que el resultado del caso podría diferir si el tribunal considera que su publicación es más dañina.
Además, la decisión de los jueces en el caso “Pentagon Papers” no fue unánime. La sentencia dividida 6-3 se basó en opiniones explicativas y significativamente divididas de jueces individuales (Milosavljevi & Poler, 2019). Además, solo los jueces Black y Douglas declararon firmemente que el gobierno no podía justificar la restricción previa. Los otros cuatro jueces en la mayoría consideraron permisible la restricción previa si una publicación causaría un daño significativo e irreparable (Milosavljevi & Poler, 2019). En este sentido, el fallo de la Corte no fue una victoria decisiva para la prensa, ya que incluso los jueces que fallaron a favor de la apelación encontraron una restricción previa aplicable en circunstancias específicas. Por lo tanto, la decisión de la Corte significaba que cubrir las irregularidades del gobierno aún estaría asociado con riesgos legales significativos para los futuros periodistas.
Consideraciones actuales para los profesionales de la comunicación
El fallo en el caso “Pentagon Papers” ha creado dos consideraciones principales para los profesionales de la comunicación. Lo más importante es que la decisión de la Corte Suprema ofreció protección contra la restricción previa en casos en que la publicación no inflige daños inmediatos, directos e irreparables (Milosavljevi & Poler, 2019). Sin embargo, un profesional de la comunicación debe darse cuenta de que la restricción previa no está prohibida por completo y podría permitirse dependiendo de la sentencia del tribunal con respecto a una publicación en particular. Como tal, uno no debe creer que el fallo en el caso de los «Papeles del Pentágono» protege completamente contra la censura del gobierno. Nueva York, Estados Unidos podría haber ganado la apelación, pero su caso no puede considerarse como un precedente completo de la prohibición de restricción previa en los Estados Unidos.
En segundo lugar, un profesional de la comunicación debe recordar que la decisión del Tribunal en el asunto “Pentagon Papers” sólo afecta al tema de la restricción previa. En particular, varios jueces señalaron que el fallo era inaplicable para acciones legales posteriores (Milosavljevi & Poler, 2019). En otras palabras, uno puede evitar la restricción previa y difundir denuncias o contenido controvertido al público solo para enfrentar demandas después de la publicación. En este sentido, la sentencia solo ampara el derecho a publicar contenido en medios de comunicación. De manera similar a la Primera Enmienda, la decisión en el caso de los “Papeles del Pentágono” cubre solo la libertad de expresión. Un profesional de la comunicación puede entregar libremente información al público; sin embargo, no pueden ser exonerados de responsabilidad legal si el público o las agencias gubernamentales consideran que el contenido es ofensivo, poco ético o perjudicial.