Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS)
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) o simplemente Seguridad Nacional fue creado en 2003 al reunir a varias agencias gubernamentales después de los ataques del 11 de septiembre con el objetivo de proteger a los Estados Unidos contra los ataques terroristas posteriores. Como resultado, el DHS está compuesto por diferentes agencias gubernamentales, incluyendo la Guardia Nacional de los Estados Unidos, la Patrulla Aérea Civil, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias y otras entidades gubernamentales con la exclusión del FBI, el Departamento de Defensa, la CIA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos cuyas actividades están fuera de la jurisdicción de Seguridad Nacional (Hulnick, 2004, p. 13). Por el contrario, la Estrategia Nacional para la Seguridad Nacional define al DHS en relación con sus funciones, como proteger a los Estados Unidos contra ataques terroristas; preparación para emergencias y respuesta rápida a desastres; reducción de la susceptibilidad del país a actividades terroristas; y minimizar los daños causados por el terrorismo (Hulnick, 2004). Este ensayo analiza los protocolos establecidos por el DHS con respecto a su plan de protección para el público en relación con su efectividad y adecuación para cumplir con los objetivos propuestos. Posteriormente, el easy propone diferentes cambios, que deberían ser promulgados por el DHS para mejorar la prestación de servicios.
Desde su creación en 2003, al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos se le dio el deber de proporcionar respuesta inmediata a los desastres y demostrar altos estándares de preparación en términos de ofrecer servicios médicos de emergencia, manejo de incendios y emergencias, inteligencia doméstica y diseminación de información sobre amenazas de desastres (Peterson et al., 2000, p. 23). Además, el DHS tiene la responsabilidad de proporcionar protección perimetral y fronteriza, seguridad en el transporte y defensa contra ataques biológicos y radiológicos. Además, el DHS alinea sus actividades con los recientes cambios tecnológicos mediante la realización de estudios de investigación sobre sistemas de seguridad basados en tecnología.
Por lo tanto, para lograr las responsabilidades mencionadas anteriormente, el DHS se divide en cinco direcciones principales, que incluyen la Gestión; Seguridad de Fronteras y Transportes (BTS); Análisis de Información y Protección de Infraestructuras (IAIP); Preparación y Respuesta ante Emergencias; y Ciencia y Tecnología (Hulnick, 2004). Además, IAIP; la Preparación y Respuesta de Emergencia; y las direcciones de BTS se agrupan como los primeros en responder del país bajo la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y su responsabilidad es responder a todo tipo de amenazas de terror y desastres en los EE.
Por otro lado, la dirección de BTS tiene el mayor número de empleados, incluidos los inspectores de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) a quienes se les encarga la responsabilidad de verificar las personas y el equipaje en los puntos de entrada y salida, particularmente en los aeropuertos (Peterson et al., 2000). Además, los estudios muestran que la TSA ha sido consistente en la detección y protección del país contra posibles terroristas desde que se trasladó del Departamento de Transporte. Además, otras unidades de BTS están involucradas en la protección de las fronteras y la gestión de desastres colaborando con otros miembros de FEMA, como la Oficina de Preparación Doméstica (ODP).
Otra dirección importante del DHS es el Análisis de Información y Protección de Infraestructura (IAIP), que se encarga de analizar y difundir información sobre posibles ataques terroristas para atacar lugares y personas como las agencias federales, el público, los Estados y diferentes ciudades (Hulnick, 2004, p. 56). Además, el establecimiento del Sistema Asesor de Seguridad Nacional en 2002 fortaleció las funciones de inteligencia y análisis de información del DHS. Aquí, el sistema de asesoramiento utiliza un sistema de cinco colores para categorizar y evaluar el grado de amenaza involucrada en diferentes ubicaciones geográficas y para proporcionar información suficiente a los primeros en responder en el DHS, diferentes Estados y el público (Hulnick, 2004).
En consecuencia, los estudios muestran que algunos de los protocolos establecidos por el DHS son adecuados para proporcionar información oportuna y precisa sobre el terrorismo y los desastres naturales al público y a otras instituciones. Por ejemplo, el DHS cuenta con un sistema de asesoramiento sobre terrorismo para alertar al público y a las instituciones sobre cualquier amenaza terrorista. Además, el Sistema Asesor de Seguridad Nacional es muy eficiente en la planificación y comunicación de diversas estrategias de protección a los gobiernos regionales, los sectores privados y los primeros en responder, mejorando así la preparación del país para cualquier ataque terrorista (Peterson et al., 2000).
Sin embargo, otros servicios ofrecidos por el DHS son inadecuados o inapropiados en diferentes aspectos. Por ejemplo, no existen protocolos oficiales documentados que guíen el proceso de difusión de información importante sobre ataques terroristas y desastres a diferentes Estados y organismos gubernamentales. De hecho, algunos oficiales del DHS señalan que les resulta difícil proporcionar información que permita a los diferentes Estados ser flexibles en relación con los cambios en los niveles de amenaza. Como resultado, existe la necesidad de que el DHS desarrolle protocolos formales de comunicación, que guíen la difusión de información con respecto a los cambios en los niveles de amenaza (Peterson et al., 2000).
Por el contrario, otros estudios señalan que el Sistema de Asesoría de Seguridad Nacional no cuenta con suficiente confianza pública, particularmente cuando se usan códigos de color para ilustrar varios cambios en los niveles de amenaza. Por lo tanto, el DHS debe desarrollar un sistema de alerta diferente que se centre en áreas específicas amenazadas en lugar de usar colores, lo que puede elevar el estado de amenaza de una sola localidad para causar confusión a nivel nacional. Además, el DHS debe desarrollar diferentes medidas de protección, que sean precisas y precisas en términos de identificar áreas específicas amenazadas y comunicar la información necesaria a las personas adecuadas, en el momento adecuado (Hulnick, 2004; Peterson et al., 2000).
En general, el ensayo presenta una discusión en profundidad sobre los protocolos que guían el plan de protección del DHS y su efectividad para proporcionar información sobre amenazas terroristas y de desastres. De las discusiones anteriores, es notable que el DHS ha hecho esfuerzos considerables para proteger a los Estados Unidos contra los ataques terroristas desde su inicio. Sin embargo, algunos de los servicios ofrecidos por el DHS son inadecuados o innecesarios y, por lo tanto, existe la necesidad de que el DHS reforme algunos sistemas de protección como se recomienda anteriormente.