Teoría del vínculo social en el sistema de justicia penal
Introducción
La teoría del vínculo social es una teoría criminológica que explica la relación entre los vínculos sociales de un individuo y su propensión a participar en un comportamiento criminal. Esta teoría pone énfasis en el papel esencial de las conexiones sociales en la formación de las acciones y hábitos de un individuo. Se postula que las personas que han obtenido fuertes lazos con la sociedad convencional tienen menos probabilidades de participar en actividades delictivas y delictivas. La teoría del vínculo social tiene aplicaciones prácticas en el sistema de justicia penal, como el diseño de programas para reducir el comportamiento infractor y promover relaciones sociales positivas. Por lo tanto, se plantea la hipótesis de que la teoría del vínculo social es importante para estudiar en el sistema de justicia penal, ya que crea un marco para comprender el papel de los factores sociales en la prevención e intervención del delito.
Historia de la teoría del vínculo social
Travis Hirschi desarrolló la teoría del vínculo social en su libro de 1969 «Causas de la delincuencia». Creó esta teoría como respuesta a las ideas imperantes de la época, que se centraban en las características individuales de los delincuentes y no explicaban el papel de los factores sociales (Siegel, 2018). El objetivo de Hirschi era explicar cómo los factores sociales como la familia, la escuela y la comunidad podían influir en la propensión de los individuos a participar en conductas delictivas. El contexto histórico probablemente influyó en el pensamiento de Hirschi porque la década de 1960 fue un período de interrupción social en los Estados Unidos, con una creciente preocupación por el aumento de las tasas de criminalidad (Costello & Laub, 2019). El autor se inspiró en el trabajo del sociólogo Emile Durkheim, quien afirmó una conexión entre el comportamiento individual y las instituciones sociales (Costello & Laub, 2019). Desde entonces, la teoría del vínculo social ha sido influyente en el desarrollo de otras teorías, como la teoría del aprendizaje social y la teoría del etiquetado (Siegel, 2018). También se ha utilizado para guiar el desarrollo de intervenciones destinadas a prevenir la delincuencia y el crimen mediante el fortalecimiento de los lazos sociales de los individuos con la sociedad convencional.
Aspectos principales
La teoría del vínculo social es una teoría criminológica que sugiere que los individuos con fuertes lazos con la sociedad convencional tienen menos probabilidades de participar en comportamientos criminales y delincuentes. Aquellos que tienen fuertes lazos sociales con sus familias, escuelas y comunidades tienen más probabilidades de socializarse en normas y valores convencionales y, por lo tanto, menos probabilidades de participar en conductas delictivas (Siegel, 2018). La teoría del vínculo social consta de cuatro elementos clave: apego, compromiso, participación y creencia. Juntos, estos cuatro elementos de vínculos sociales dan forma a la relación de un individuo con la sociedad e influyen en su comportamiento. Hace de la teoría del vínculo social un marco importante para comprender el comportamiento criminal e informar intervenciones destinadas a reducir la delincuencia y promover conexiones sociales positivas.
El apego se relaciona con las conexiones emocionales que las personas tienen con sus familias, amigos y comunidades. El estudio de Lee et al. los investigadores encontraron que los lazos sociales más fuertes con los padres y compañeros disminuyeron la participación en el comportamiento de acoso cibernético en un 51% por cada unidad de aumento en las puntuaciones de los bonos sociales. Las personas con fuertes lazos emocionales con sus familias y comunidades tienen más probabilidades de sentir un sentido de responsabilidad hacia ellos. Por lo tanto, son menos propensos a participar en tipos de actividades delictivas o morosas.
El compromiso se refiere a la inversión que las personas tienen en objetivos convencionales, como la educación o el éxito profesional. Por ejemplo, un estudio de delincuentes de cuello blanco encontró que la menor propensión al crimen se asoció con la falta de oportunidades profesionales, avances y satisfacción laboral (van Onna & Denkers, 2019). Específicamente, las probabilidades de participar en delitos de cuello blanco disminuyeron en un 20% por cada aumento de punto en el compromiso (van Onna & Denkers, 2019). Lo más probable es que suceda porque las personas que están firmemente comprometidas con estos objetivos no quieren poner en peligro su éxito.
La participación describe el tiempo y la energía que los individuos gastan en actividades convencionales. Se descubrió que la participación en actividades extracurriculares era un factor de protección contra el acoso y las conductas delictivas. Lee et al. se informó que con cada unidad de aumento en la participación, la propensión a romper la ley en un 27%. Además, un estudio realizado por la National Mentoring Partnership encontró que los jóvenes en riesgo que participaron en programas de mentoría y participaron en actividades extracurriculares eran menos propensos a un comportamiento delincuente (DuBois, 2021). Cuando las personas participan en actividades extracurriculares y de pasatiempos, rara vez tienen la oportunidad de pasar tiempo en actividades delictivas.
La creencia se refiere a la aceptación de los individuos de las normas y valores sociales convencionales. Por ejemplo, la investigación de van Onna y Denkers encontró que los delincuentes de cuello blanco que tenían creencias más fuertes en los valores convencionales tenían menos probabilidades de participar en delitos de cuello blanco. En particular, por cada incremento en la creencia, la probabilidad de cometer delitos de cuello blanco se reduce en un 26% (van Onna & Denkers, 2019). Cuando los individuos tienen una fuerte creencia en los valores convencionales, encuentran otras maneras de expresar su insatisfacción sin dañar a los demás.
Aplicación práctica
La teoría del vínculo social tiene dos aplicaciones prácticas importantes en el sistema de justicia penal. Al enfatizar la importancia de las conexiones sociales, esta teoría proporciona un marco para desarrollar intervenciones y programas para reducir el comportamiento delincuente y criminal. Estas intervenciones pueden centrarse en reforzar las conexiones individuales con actividades positivas y promover relaciones sociales positivas, ayudando en última instancia a prevenir el comportamiento criminal y crear una sociedad más segura.
En primer lugar, la Teoría del Bono Social puede ayudar a los responsables políticos a diseñar programas destinados a reducir el comportamiento delincuente. Estos programas girarían en torno a fomentar las conexiones individuales con formas constructivas de pasar el tiempo, como deportes, clubes y otras iniciativas basadas en la comunidad. Al fortalecer los lazos sociales, los individuos tienen más probabilidades de desarrollar un sentido de compromiso con la sociedad y sus normas. Este enfoque ha sido respaldado por la investigación, que encontró que las conexiones sociales, particularmente con padres y compañeros, fueron factores protectores importantes contra la perpetración del ciberacoso (Lee et al., 2021). Específicamente, los estudiantes que reportaron vínculos sociales más fuertes con sus padres y compañeros tenían una menor propensión a participar en acciones dañinas o desviadas.
En segundo lugar, la teoría del vínculo social subraya la importancia de promover relaciones sociales constructivas y de apoyo y conexiones con la sociedad como un medio para prevenir el comportamiento criminal. Un estudio realizado por van Onna y Denkers encontró que las personas que tenían vínculos sociales más fuertes, particularmente con sus familias, eran menos propensas a participar en delitos de cuello blanco. Esto sugiere que las intervenciones dirigidas a construir vínculos sociales pueden ser efectivas para prevenir no solo el comportamiento delincuente sino también formas más graves de criminalidad.
Uso en el estudio de justicia penal
La teoría del vínculo social es una herramienta valiosa en el campo de la justicia penal por varias razones. En primer lugar, proporciona una explicación clara y concisa de por qué ocurren los delitos y qué se puede hacer para prevenirlos. Si la sociedad quiere reducir el nivel general de delincuencia, entonces el uso de medidas agresivas y el aumento de las patrullas y los fondos policiales no eliminan la causa raíz de la delincuencia. En cambio, los legisladores y los ejecutivos deben analizar cómo las mejores conexiones sociales pueden marcar la diferencia. La idea fundamental de la teoría es sencilla: las personas que se sienten conectadas con su comunidad tienen menos probabilidades de perpetrar o violar las normas.
Los usos prácticos de la teoría del vínculo social en el sistema de justicia penal son significativos. Ha sido apoyado por un notable cuerpo de investigación, que se suma a su utilidad y relevancia en el campo de la justicia penal (Lee et al., 2021; van Onna & Denkers, 2019; Costello, B., & Laub, 2019). Los responsables políticos pueden diseñar programas de intervención eficaces para reducir el comportamiento delincuente mediante la comprensión de la importancia de las conexiones y relaciones sociales. Por ejemplo, los programas de tutoría y las iniciativas basadas en la comunidad pueden ayudar a fortalecer los lazos de las personas con sus familias, escuelas y comunidades. Los programas de tutoría para jóvenes en riesgo han sido reconocidos como intervenciones prometedoras para la prevención de la delincuencia (DuBois, 2021). Estos programas tienen como objetivo crear relaciones sólidas y constructivas entre mentores y aprendices que fomenten conexiones sociales saludables, promuevan comportamientos positivos y mejoren la autoestima y la confianza. La investigación ha demostrado que los programas de mentoría pueden tener un impacto beneficioso en una variedad de resultados, incluida la reducción de la delincuencia, el aumento de la asistencia a la escuela y el rendimiento académico, la mejora de la salud mental y la promoción de comportamientos prosociales.
Conclusión
La teoría del vínculo social desarrollada por Travis Hirschi sugiere que la fuerza de las conexiones sociales influye en gran medida en la probabilidad de que un individuo cometa un crimen. Afirma que cuatro dimensiones son cruciales: apego a la familia y los amigos, compromiso con los objetivos tradicionales, participación en las actividades del día a día y adhesión a los principios morales. Esta teoría destaca la importancia de fomentar fuertes lazos sociales como medida preventiva contra el comportamiento criminal y desviado. Las aplicaciones prácticas incluyen promover relaciones saludables, apoyar programas que fomentan el compromiso social y reforzar el refuerzo social positivo. Las intervenciones dirigidas a reducir los factores de riesgo y fortalecer los factores de protección pueden contribuir significativamente a reducir el comportamiento criminal y desviado.