Victimología de la agresión sexual y su importancia
Introducción
La popularidad de los movimientos sociales en línea como MeToo ha demostrado tanto la omnipresencia de la agresión sexual como la disminución de la voluntad pública de tolerarla. Una de las formas más efectivas de prevenir la agresión sexual es reconocer su existencia, aumentar las respuestas positivas de la policía y apoyar a las víctimas. La aplicación de la investigación victimológica ha demostrado ser esencial para esta misión. La victimología se considera un subcampo de la criminología que abarca la etiología, las consecuencias y el alcance de la victimización, así como su interacción con el sistema de justicia penal y la sociedad en general (Daigle, 2018). La victimología es esencial para la reducción de la delincuencia, especialmente en casos de agresión sexual.
Definición y prevalencia
La victimología de la agresión sexual es un tema ampliamente estudiado debido a su omnipresencia y efectos negativos. Según el FBI, la violación se califica como penetración de la vagina o el ano sin el consentimiento de la víctima (Clevenger et al., 2018). Por el contrario, la agresión sexual encapsula cualquier intento de contacto sexual no deseado, incluidos acariciar, besar, tocar y amenazas verbales (Clevenger et al., 2018). La Encuesta Nacional de Victimización de Delitos es una base de datos autoinformada que documentó 431,840 casos de violación y agresión sexual en 2016 en los Estados Unidos (como se cita en Daigle, 2018). La agresión sexual se define legalmente como contacto sexual no deseado, y aproximadamente 1.6 por cada 1,000 hombres y mujeres se autoinforman que experimentan victimización sexual al año.
Marco teórico y factores de riesgo
El marco teórico más dominante para comprender la ocurrencia de agresión sexual es la teoría de estilos de vida / actividades rutinarias. Según esta teoría, la victimización ocurre cuando un delincuente motivado encuentra un objetivo adecuado sin ninguna protección física o social (Daigle, 2018). La agresión sexual puede ocurrir en una fiesta, o un bar: el alcohol y las drogas se han relacionado sustancialmente con la victimización sexual (Daigle, 2018). Sin embargo, los delincuentes pueden usar drogas para incapacitar deliberadamente a las víctimas y esperar hasta que la víctima no pueda resistirse o dar su consentimiento (Clevenger et al., 2018). Las mujeres son más propensas a ser victimizadas sexualmente en todas las etapas de la vida, con un mayor riesgo desde la adolescencia hasta los 20 años. Por lo tanto, un objetivo «adecuado» sería una mujer que está sola y visiblemente intoxicada (Daigle, 2018). Debido a la combinación de edad y la importancia del alcohol en la universidad, las mujeres que estudian en la universidad se consideran particularmente susceptibles a convertirse en víctimas. Aunque cualquier persona puede ser víctima de agresión sexual, las mujeres jóvenes visiblemente intoxicadas sin acompañamiento corren un mayor riesgo.
Características de la agresión sexual
Además de comprender los factores de riesgo para la agresión sexual, los victimólogos estudian cómo se ve un caso «típico» de agresión sexual para identificar puntos en común. La mayoría de las agresiones sexuales son perpetradas por personas conocidas por la víctima (Daigle, 2018). Un tercio de la violación y agresión sexual es ejecutada por una pareja, y un segundo tercio por un conocido conocido o casual (Daigle, 2018). Los delincuentes generalmente no infligen lesiones físicas graves ni usan un arma (Daigle, 2018). Aunque la mayoría de la gente cree que la agresión sexual consiste en ataques violentos en callejones oscuros, generalmente es perpetrada por un conocido sin un arma de fuego.
Respuesta e impacto de las víctimas
La agresión sexual no se denuncia en la mayoría de los casos, y aún menos resultan en cargos y enjuiciamientos. En primer lugar, las víctimas pueden no estar dispuestas a reconocer que experimentaron victimización sexual. Pueden sentir una sensación de vergenza, vergenza o temor de que se les culpe por el evento (Clevenger et al., 2018). Aproximadamente el 75% de las mujeres informaron haber recibido una respuesta negativa después de la divulgación (Daigle, 2018). Factores como ser negro o hispano, bisexual o con un nivel educativo más bajo tienen más probabilidades de provocar una reacción social negativa (Ullman, 2021). En segundo lugar, la agresión sexual tiene un grave impacto físico y psicológico en las víctimas. La respuesta varía según la edad, las creencias culturales con respecto a la agresión sexual y la relación con el delincuente (Daigle, 2018). El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede ocurrir, manifestándose como pesadillas, flashbacks y dificultad para concentrarse. Algunas víctimas hacen frente a través del abuso de sustancias, el aislamiento social o el comportamiento de automutilación (Daigle, 2018). La agresión sexual rara vez es reportada por las víctimas y es probable que tenga efectos psicológicos duraderos, como trastornos del estado de ánimo, abuso de sustancias y trastorno de estrés postraumático.
Respuesta de justicia penal
Una de las razones por las que las víctimas dudan en denunciar la agresión sexual es el hecho de que las fuerzas del orden público no se toman el incidente en serio. Los departamentos de policía a menudo desconfían de que las víctimas hagan acusaciones falsas y desestimen las quejas. Comúnmente se suscriben a mitos de violación como que las mujeres precipitan el asalto vistiéndose provocativamente o consumiendo alcohol (Doerner & Lab, 2017). Como resultado, si la víctima ha estado bebiendo, la probabilidad de arresto disminuye a pesar de que una persona no puede dar su consentimiento legalmente bajo la influencia del alcohol o las drogas (Venema et al., 2019). Los fiscales tienden a evitar los casos de violación y agresión sexual porque a menudo no hay pruebas concretas, como testimonios de testigos presenciales o pruebas físicas (Daigle, 2018). Además, es poco probable que los fiscales cobren si el carácter o la reputación de la víctima podrían ser evaluados negativamente por el jurado (Daigle, 2018). La agresión sexual es un delito severamente subestimado debido a la indiferencia institucional y la insensibilidad hacia las víctimas.
Victimología forense
La victimología forense consiste en examinar a la víctima para abordar cuestiones de investigación o legales. Se considera un aspecto esencial del análisis de la escena del crimen, ya que permite al investigador comprender la naturaleza de la relación entre la víctima y el delincuente, desarrollar una línea de tiempo y definir el grupo de sospechosos (Petherick, 2020). La cuestión de la orientación de la víctima es extremadamente destacada en los casos de agresión sexual, teniendo en cuenta que el delincuente generalmente es conocido por la víctima (Daigle, 2018). Por lo tanto, la victimología es especialmente relevante en los delitos de agresión sexual porque los casos dependen principalmente de las acusaciones de «él dijo, ella dijo» sin ninguna evidencia sólida. El delito de agresión sexual no se puede resolver sin victimología porque su resolución depende principalmente de cómo la policía, los fiscales y los jurados perciben el delito.
Medidas preventivas
La victimología es un componente vital del enfoque criminológico holístico que puede ayudar a prevenir la agresión sexual. Al identificar los factores de riesgo de la agresión sexual y su impacto en la víctima, los victimólogos buscan evitar que ocurra la victimización en primer lugar y minimizar los efectos dañinos de la post-victimización al reconfigurar cómo se entiende y responde al crimen a nivel individual y social (Clevenger et al., 2018). Por ejemplo, crear conciencia sobre la prevalencia de la agresión sexual en los campus universitarios enseña a las mujeres a evaluar situaciones peligrosas y protegerse adecuadamente. Combatir los estereotipos sobre lo que constituye una «víctima ideal» de agresión sexual podría influir en si un oficial de policía elige perseguir o desestimar un informe (Christie, 2018). Disipar los mitos de violación que justifican la agresión sexual masculina afecta la forma en que un miembro del jurado evalúa las pruebas del juicio y decide la culpabilidad (Daigle, 2018). La victimología tiene como objetivo desarrollar teorías científicas sólidas que conduzcan al desarrollo de estrategias efectivas de prevención y reducción de riesgos.
Conclusión
En conclusión, la victimología es un aspecto integral de la realización de investigaciones criminales y la implementación de estrategias de prevención en relación con la agresión sexual. Se define como cualquier contacto sexual no deseado y generalmente es perpetrado por alguien conocido por la víctima. El grupo más vulnerable a sufrir victimización sexual son las mujeres intoxicadas de entre 18 y 23 años en un campus universitario. Sigue siendo un delito severamente poco denunciado debido a la culpabilización de las víctimas y la falta de voluntad de los departamentos de policía y los fiscales para perseguir las acusaciones de agresión sexual. La victimología disipa los mitos populares sobre lo que constituye una victimización sexual «real» y garantiza respuestas positivas de la policía, los perseguidores y el jurado.