Influencia de las decisiones judiciales en el funcionamiento de las fuerzas policiales
Aunque la Corte Suprema ha abordado la Cuarta Enmienda y el uso de la fuerza por parte de la policía en innumerables ocasiones, los dos casos judiciales más importantes involucraron a Graham y Garner. El primer caso (Graham contra Connor) implicó la detención y la liberación de una persona sospechosa por lo cual un oficial de la Ciudad de Charlotte M.S. Connor fue acusado de usar fuerza irrazonable (Gaines 110). Este caso influyó en la conducta de la policía ya que la Corte Suprema estableció lo que evolucionó para ser el estándar reflexivo razonable. El tribunal dictaminó que en lugar de usar la retrospectiva 20/20, es necesario evaluar si un uso particular de la fuerza era aceptable desde el punto de vista de un oficial razonable presente en la escena.
Por otro lado, el fallo judicial en el caso Tennessee versus Garner se redefinió cuando la policía puede aplicar esfuerzos violentos para detener a un sospechoso que huye. La decisión requiere que el oficial debe establecer motivos razonables para confirmar que el delincuente representa una amenaza considerable para él, su equipo o los civiles en las cercanías antes de que se pueda aplicar la fuerza. Esta decisión ha influido en la forma en que la policía hace su trabajo al revocar una ley de Tennessee que anteriormente permitía el uso de fuerza letal contra un delincuente que huía, incluso si no representaba una amenaza inmediata para nadie (Gaines 140). La decisión redefinió aún más el uso de la fuerza en los diferentes estados del país. El siguiente párrafo explica cómo los tribunales desempeñan un papel importante en la regulación de la conducta policial.
En general, diferentes tribunales, en particular la Corte Suprema, aprueban y sostienen los estatutos constitucionales que, a través de varios fallos judiciales, ofrecen la supervisión más común del comportamiento policial. Por ejemplo, el criterio de «causa probable» de la Cuarta Enmienda debe satisfacerse antes de que la policía pueda realizar un registro o ejecutar un arresto, según lo estipulado tanto por los tribunales como por la Constitución. Además, los tribunales exigen que los sospechosos detenidos sin orden judicial se presenten ante las autoridades calificadas para una determinación oportuna de la causa probable en el menor tiempo posible (Sekhon 1720). Tales requisitos definen cómo los organismos encargados de hacer cumplir la ley pueden equilibrar entre administrar justicia, defender el estado de derecho y ofrecer servicios esenciales. Esto se debe a que el momento y los métodos de despliegue de la policía para llevar a cabo sus funciones afectan la forma en que interactúan la población en general y todo el sistema judicial.